martes, 4 de agosto de 2015

LA SOMBRA QUE ARRULLA

     Por fin he dormido, si dormido con mi sombra arrullando mi espíritu y mi Alma.

He dejado al olvido los gritos ahogados y empapadas risas revueltas en llanto, ya no despierto a la media noche empapada en llanto, he dejado atrás esos chillidos nocturnos.

No lo voy a negar, pase noche y días si, muchos días y muchas noches siempre parandome en la media noche, esperando por ti, siempre con un ansía turbia de esperar tu llegada, pero nunca llegabas.

Y es que me sentía tan sola, mi cuerpo frío buscaba calor, calor humano, calor de amor, y ese amor nunca llegaba y partía de nuevo sola a recostarme en mi alcoba, con el alma desgarrada, pero no dormia, solo dormitaba y entre sueños te buscaba y en esos trayectos inacabables, llegaba el día y yo ... aun no dormia.

No supe como ni cuando, de pronto ... me quedé dormida en un sueño que fue cada vez más profundo, tal vez es que estaba cansada de tanto esperar algo que no llegaba, cesaron por fin los ruidos de mi llanto,  de esa risa irónica y esos chillidos nocturnos también se fueron.

Fueron momentos de mis noches y luego nada, solo la tranquilidad me acompañaba y es que de pronto me di cuenta que siempre estuve acompañada, acompañada de mi Alma y de la sombra de mi espíritu que en esa noche me arrullaba.

Foto Arte por: Paula Delgado.


Escrito por: Stella Maris.

2 comentarios:

  1. Reconheço o sofá, os quadros, as paredes, o velho telefone e o pensar, o sentir e o viver, o pensar que acompanha, o recordar que amadurece...

    ResponderEliminar